Tecnologías para la Economía Circular
Hoja de ruta hacia la doble transición
El 10 de marzo de 2020, con la publicación del documento ‘COM(2020) 102 final – Un nuevo modelo de industria para Europa’, la Comisión Europea sentó las bases de una estrategia industrial que impulsa la doble transición hacia una economía ecológica y digital, refuerza la competitividad industrial de la UE a nivel mundial y mejora la autonomía estratégica abierta de Europa.
Al día siguiente de la presentación de la nueva estrategia industrial, la Organización Mundial de la Salud declaró la pandemia de COVID-19 y pocos días más tarde España se confinó y la economía del continente quedó gravemente afectada.
Sin habernos recuperado aún de esta crisis, en febrero de 2022 estalló la guerra de Ucrania con consecuencias que ya estamos sufriendo fuertemente y de las que todavía no conocemos su alcance e impacto final, que sin ninguna duda se prevé incluso mayor que el causado por la COVID.
Así pues, nos encontramos en unos momentos críticos que han acelerado enormemente problemáticas que ya se intuían antes de estas crisis como las relacionadas con la pérdida de recursos y ecosistemas naturales y con la inestabilidad e incertidumbre de las cadenas de suministro globales que exponen a las empresas a fuertes riesgos y las hace fuertemente vulnerable y dependiente de factores y decisiones ajenas.
En este contexto cobra especial relevancia la necesidad de esa doble transición verde y digital a la que se orientaba la estrategia industrial europea. Y, si la crisis del COVID aceleró fuertemente los procesos de digitalización de las empresas por pura necesidad, en estos momentos parece que cobra mayor importancia la necesidad de redefinir de manera más profunda los modelos de producción. Es necesario:
- Ganar más capacidad de maniobra.
- Reducir el efecto de la volatilidad de precios.
- Y mantener el control sobre los recursos y las cadenas de suministro.
Se hace necesario, pues, cuestionar los modelos productivos actuales y encontrar nuevas formas de hacer las cosas desarrollando oportunidades rentables y disruptivas. Y aquí es donde entra en juego la Economía Circular.
Inversiones sostenibles para lograr una Economía Circular
La economía circular puede definirse como un modelo de organización de la actividad humana, principalmente de producción y consumo, que pone el foco en reducir el impacto medioambiental y la pérdida de valor de los productos y de los resultantes de las diferentes actividades a lo largo de toda la vida útil de los mismos.
Como nuevo modelo de organización de la economía, puede contribuir a resolver las problemáticas comentadas anteriormente generando oportunidades de negocio disruptivas y de futuro. En cualquier caso, esta definición es muy amplia y poco accionable. Para ayudar a entender lo que hay detrás de la misma es interesante contemplar las actividades recogidas en el REGLAMENTO (UE) 2020/852 DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO de 18 de junio de 2020 relativo al establecimiento de un marco para facilitar las inversiones sostenibles, que considera que una actividad económica contribuye de forma sustancial a la transición hacia una economía circular, cuando dicha actividad:
- a) use los recursos naturales, especialmente materiales sostenibles de origen biológico y otras materias primas, en la producción de modo más eficiente, mediante, entre otras acciones:
- i) la reducción del uso de materias primas primarias o el aumento del uso de subproductos y de materias primas secundarias, o
- ii) medidas de eficiencia energética y de los recursos;
- b) aumente la durabilidad, la reparabilidad o las posibilidades de actualización o reutilización de los productos, especialmente en las actividades de diseño y fabricación;
- c) aumente la reciclabilidad de los productos, así como la reciclabilidad de los distintos materiales contenidos en dichos productos, entre otras maneras mediante la sustitución de los productos y materiales no reciclables o su menor utilización, especialmente en las actividades de diseño y fabricación;
- d) reduzca de forma sustancial el contenido de sustancias peligrosas y sustituya las sustancias extremadamente preocupantes en materiales y productos a lo largo de todo su ciclo de vida, de conformidad con los objetivos establecidos en el Derecho de la Unión; en particular, sustituyendo dichas sustancias por alternativas más seguras y garantizando su trazabilidad;
- e) prolongue el uso de productos, concretamente por medio de la reutilización, el diseño para su durabilidad, nuevas orientaciones, el desmontaje, actualizaciones, la reparación y el uso compartido;
- f) aumente el uso de materias primas secundarias y la calidad de éstas; en particular, mediante un reciclado de residuos de alta calidad;
- g) prevenga o reduzca la generación de residuos, especialmente la procedente de la extracción de minerales y los residuos de la construcción y demolición de edificios;
- h) incremente la preparación para la reutilización y el reciclado de residuos;
- i) aumente el desarrollo de la infraestructura de gestión de residuos necesaria para la prevención, para la preparación para la reutilización y para el reciclado, al tiempo que se garantiza que los materiales recuperados resultantes se reciclan como materias primas secundarias de alta calidad en la producción, evitando el ciclo de degradación;
- j) reduzca al mínimo la incineración y evite el vertido de los residuos, incluida la descarga en vertederos, de conformidad con los principios de la jerarquía de residuos;
- k) evite y reduzca la dispersión de residuos en el medio ambiente.
La clave está en la idea de reducir la pérdida de valor de los productos a lo largo de todo su ciclo de vida trabajando en el diseño de los mismos para facilitar aprovechamientos posteriores y eliminar desperdicio y emisiones, intentando alargar su tiempo de uso y minimizando impactos finales en el medio ambiente al final de su vida útil.
En todas estas actividades, la tecnología puede jugar un papel fundamental como habilitador y acelerador de estas transformaciones. Así, la Plataforma Tecnológica Europea de Fabricación, MANUFUTURE, en su agenda estratégica de Investigación e Innovación, incluye un apartado específico dedicado a impulsar la economía circular, poniendo el foco en tres áreas principales:
- Materiales y Energía (recuperación, reciclado, eficiencia).
- Diseño, reacondicionamiento y refabricación.
- Mantenimiento y reutilización.
Soluciones tecnológicas para la industria eficiente y circular
En ITAINNOVA somos conscientes de que el gran desafío para el sector industrial durante los próximos años se va a centrar en avanzar en la digitalización, en la sostenibilidad medioambiental y en la flexibilidad y capacidad de adaptación ante entornos cambiantes; cuestiones, todas ellas, a las que el concepto de Economía Circular puede dar respuesta.
En este camino, la tecnología juega un papel fundamental gracias a sus posibilidades para mejorar la eficiencia operativa, reducir el uso de recursos materiales y energía, gestionar las cadenas de suministro de manera más eficiente y alargar la vida útil de los productos.
Para dar respuesta a estos retos y hacerlos tangibles hemos definido una serie de líneas de trabajo orientadas al desarrollo de soluciones para nuestros clientes que contribuyan a su avance en ese camino hacia la Economía Circular como son las siguientes:
Consulta todas las soluciones tecnológicas que ITAINNOVA ha desarrollado en torno a los retos y desafíos a los que se enfrente la industria para lograr una mayor eficiencia y circularidad:
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Alfredo Gómez
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